El 16 de julio celebramos a Nuestra Señora del Carmen, la
patrona de la Orden Carmelita. Algunas personas asocian esta advocación mariana
solamente con el regalo de la Virgen, el escapulario, que la misma Virgen le
dio a San Simón Stock. Pero también Nuestra Señora del Carmen es la advocación
que intercede especialmente por las almas en el purgatorio.
Recordemos que el purgatorio es el estado de purificación
que el alma debe pasar antes de entrar a la presencia de Dios. Un estado de mucho
tormento, no tormentos como en el infierno donde las almas se ahogan en su
propio odio y resentimiento hacia Dios, en el purgatorio el sufrimiento más
grande las almas es estar lejos de Dios. Ellas sufren una sed de Dios que no se
sacia hasta entrar a morar con Su Majestad. ¡Cuántos pecados y tentaciones
evitaríamos si entendiéramos y sintiéramos esa sed en vida!
Pero regresando al tema de nuestro artículo, es Nuestra
Señora del Carmen quien visita las almas en el purgatorio para llevarles un
poco de alivio. La descripción más gráfica la encontramos en la visión de Santa
Faustina Kowalska:
“Esa noche vi a mi
ángel de la Guarda, quien me pidió que lo siguiera. En un momento me vi en un
lugar lleno de fuego y de almas sufrientes. Estaban orando fervientemente por
si mismas pero no era válido, solamente nosotras podemos ayudarlas. Las llamas
que las quemaban no podían tocarme. Mi ángel de la guarda no me dejó sola ni un
momento. Yo pregunté a las almas que es lo que más las hacía sufrir. Ellas me
contestaron que era el sentirse abandonadas por Dios...Vi a Nuestra Señora
visitando a las almas del Purgatorio, la llamaban Estrella del Mar. Luego mi
ángel guardián me pidió que regresáramos, al salir de esta prisión de
sufrimiento, escuché la voz interior del Señor que decía: ‘Mi Misericordia no
quiere esto, pero lo pide mi Justicia’"
Y las almas llaman a esta señora “Estrella del Mar.” Este
título es exclusivamente dado a Nuestra Señora del Carmen. Pero no sólo nos
basta esta visión de Santa Faustina. También lo hemos escuchado de la misma
Virgen, quien a los tres pastorcillos de Fátima revela:
“Oren, oren mucho.
Hagan sacrificios por los pecadores. Muchas almas se van al infierno, porque
nadie está dispuesto a ayudarlas con sacrificios.”
La Virgen revela la necesidad de orar por las almas, tanto
en vida como las que aún está en el purgatorio. Ella como buena madre que vela
por sus hijos nos aconseja. Lo primero que pide es cuando estamos vivos “no
ofendan más a Dios que ya está muy ofendido.” Nuestra Madre nos hace un llamado
a vivir para Dios, a vivir en Santidad, en amor a Dios y al prójimo. La segunda
llamada que hace es que oremos, no solo por nuestras necesidades y del mundo,
sino especialmente por los pobres pecadores, entiéndase que los pecadores en
vida y las almas que se encuentran el purgatorio. Recordemos que no podemos
hacer ya nada por las almas que están en
el infierno. Nuestras oraciones son muy valiosas cuando pedimos por las
almas del purgatorio. Ellas no pueden pedir salir de este estado, solamente la
Virgen y nosotros podemos ayudarlas. ¡Qué gran necesidad tienen ellas de
nuestras plegarias! Pero aquí quiero recordarles que nuestras plegarias han de
hacerse con fe. En nuestros pueblos latinoamericanos, ricos en piedad popular,
encontramos muchas costumbres para orar por los difuntos, no abordaré mucho al
respecto puesta estamos hablando de la Virgen, pero han de evitarse aquellas en
las cuales no se ora realmente, meditando y pidiendo con fervor. Muchas veces
solo encontramos ritos externos para cumplir con una costumbre que no son
malos, pero no son los más recomendados. Como lo dije al inicio las oraciones que
más ayudan a las almas del purgatorio son aquellas hechas con el corazón, con
fe, elevadas en “lo secreto” para que nuestro Padre “que está en lo secreto”
nos escuche y derrame su misericordia sobre ellas.
¿Cómo estar seguros que la Virgen del Carmen es “la estrella
del mar” asociada con los mensajes de Fátima? Es la misma Virgen quien lo
confirma. Luego de pedir oración, de aparecerse a los pastorcitos, de
mostrarles el infierno "Ustedes han
visto el Infierno a donde los pecadores van cuando no se arrepienten"
la Virgen les promete a los pastorcitos que la verán, y no elige otra
advocación sino la de Nuestra Señora del Carmen.
“Continuad rezando el
Rosario, para alcanzar el fin de la guerra. En octubre vendrá también Nuestro
Señor, Nuestra Señora de los Dolores y del Carmen”
Hermanos, abramos nuestros corazones a los ruegos del
corazón de nuestra Madre y escuchemos su clamar. Pidamos en nuestras oraciones
por las almas benditas del purgatorio para que pronto terminen su estado de
purificación y lleguen a gozar de la plenitud eterna de la gloria de Dios.
Recordemos que además de orar por ellas, haciendo mucho bien a su estado, ellas
luego piden por nuestras necesidades ante Dios. Si no sabemos por cual alma
rezar o si no tenemos aún familiares fallecidos, digamos en nuestras oraciones
las mismas palabras de la Virgen “especialmente
las más necesitadas de tu misericordia.”
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