Hoy celebramos la fiesta de nuestra Madre Santa Clara de Asís. Para muchos una santa más, para nosotros es un a mujer ejemplar por su valentía, constancia, fe inquebrantable, alegría y entrega absoluta a Dios. Clara de Asís, la plantita de Francisco, es la primera fundadora en escribir una regla de vida y una muy singular pues se baza en vivir en pobreza. No solamente se refiere a la pobreza material sino también a ese desprendimiento tan necesario para que el alma pueda elevarse a Dios. Clara es una mujer centrada, con los pies sobre la tierra y el corazón entregado a Dios. Fue siempre una consejera y guía para Francisco de Asís. Clara es también ejemplo para otras grandes santas fundadoras como Santa Teresa de Jesús.
Pidamos a Clara de Asís que nos ayude a perfeccionar nuestro amor y a adquirir las virtudes más necesarias para nuestra santificación:
BENDICIÓN [BenCla]
1En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
2El Señor os bendiga y os guarde. 3Os muestre su faz y tenga misericordia de vosotras. 4Vuelva su rostro a vosotras y os dé la paz (cf. Núm 6,24-26), a vosotras, hermanas e hijas mías, 5y a todas las otras que han de venir y permanecer en vuestra comunidad, y a todas las demás, tanto presentes como futuras, que perseveren hasta el fin en todos los otros monasterios de Damas Pobres.
6Yo, Clara, sierva de Cristo, plantita de nuestro muy bienaventurado padre san Francisco, hermana y madre vuestra y de las demás hermanas pobres, aunque indigna, 7ruego a nuestro Señor Jesucristo, por su misericordia y por la intercesión de su santísima Madre santa María, y del bienaventurado Miguel arcángel y de todos los santos ángeles de Dios, de nuestro bienaventurado padre Francisco y de todos los santos y santas, 8que el mismo Padre celestial os dé y os confirme ésta su santísima bendición en el cielo y en la tierra (cf. Gén 27,28): 9en la tierra, multiplicándoos en su gracia y en sus virtudes entre sus siervos y siervas en su Iglesia militante; 10y en el cielo, exaltándoos y glorificándoos en la Iglesia triunfante entre sus santos y santas.
11Os bendigo en vida mía y después de mi muerte, como puedo y más de lo que puedo, con todas las bendiciones 12con las que el Padre de las misericordias (cf. 2 Cor 1,3) ha bendecido y bendecirá a sus hijos e hijas en el cielo (cf. Ef 1,3) y en la tierra, 13y con las que el padre y la madre espiritual ha bendecido y bendecirá a sus hijos e hijas espirituales. Amén.
14Sed siempre amantes de Dios y de vuestras almas y de todas vuestras hermanas, 15y sed siempre solícitas en observar lo que habéis prometido al Señor.
16El Señor esté siempre con vosotras (cf. 2 Cor 13,11), y ojalá que vosotras estéis siempre con Él (cf. Jn 12,26; 1 Tes 4,17). Amén.
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