Este viernes 8 de junio se celebra el día del Sagrado Corazón de Jesús, justo el viernes, 8 días después de la celebración del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Esta celebración no es "otra más" del calendario litúrgico. Tiene una especial significado para la realidad que vivimos.
No es nada nuevo que la lucha entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte, los valores y anti valores se marca cada día más en nuestra sociedad. La intensa jornada de protestas por la libertad en Nicaragua que deja ya decenas de muertos producto de la represión, la crisis humanitaria en Venezuela y Siria, el combate espiritual que se empieza a liberar en la familia, solo nos confirman que este reino de Jesucristo es cada día mas necesario en nuestras vidas y que su venida en inminente.
¿Cómo cooperamos con la preparación de la llegada de este Reino?
Es precisamente el corazón lo que esta fiesta nos presenta como central. A Santa Margarita María Jesús le mostró su corazón ardiendo en llamas de amor y a Santa Teresa de Calcuta le expresó su sed inagotable de amor y de ser amado.
Por estas revelaciones podemos comprender que para acercarnos a ese Corazón que tanto ama y preparar su reino debemos también preparar nuestro corazón. Lo primero es limpiar a través del ayuno y la confesión. No podemos solo pretender confesarnos "como de costumbre" y volver a la falta. Es preciso enmendar por las faltas cometidas. Es preciso el sacrificio. Es un amor que da sin importar cuanto, como decía también Madre Teresa "dar hasta que duela."
Al entregarnos a la purificación dejaremos espacio para que las virtudes habiten en nosotros, claro siempre y cuando se continúe en oración, fiel, perseverante, insistente y amorosa.
En nuestro próximo post seguiremos hablando de este Reino y cuan necesario es ir preparando el terreno.
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