Iniciamos el mes de mayo, que es dedicado a todas las mamás y por supuesto que también es dedicado a nuestra Mamá María. Para abrir este mes iniciamos con la celebración del justo esposo de María; San José. Y aun para darle una concentración especial a esta fiesta, lo celebramos el titulo de San José Obrero.
Naturalmente, cuando honramos a María Santísima el primer Santo en guiarnos el camino hacia su esposa y su Hijo Jesús es San José. Con José caminamos seguros, protegidos por la fortaleza que inspira el padre a sus hijos. San José debería preceder todas las fiestas de la Virgen, así como lo hace al abrir el primer dia del mes de María. Con José aprendemos a valorar a la mujer, que a pesar de ocupar un rango social mejor que algunos años atrás, aun siguen siendo victimas de violencia, de trata, de discriminación. En San José podemos ver también un modelo de padre que enseña a sus hijos a honrar a la madre, y eso lo que queremos hacer durante mayo; aprender a honrar a María, a imitar sus virtudes, a descubrir lo que guarda en su corazón para acercarnos más al tesoro preciado que es su Hijo.
También este dia es para resaltar una cualidad vital de los devotos de la Virgen, el trabajo. Como decía San Benito en su regla "ora et labora." Los auténticos devotos de la Virgen se distinguen, como San José, por su disposición al trabajo y al servicio. No solo en la vida religiosa, sino en el dia a dia, familia, escuela, comunidad, trabajo. Los que dan cabida a la pereza y gastan su tiempo en banalidades están lejos de ser auténticos devotos de María. San José nos enseña a ser cristianos diligentes, a dar lo mejor y trabajar por lo mejor.
Pidamos en este dia especialmente por los que no tienen trabajo, los jefes de hogar para que el Señor Jesús por intercesión de San José les bendiga con un trabajo digno. Y para los que tienen trabajo, oremos para que el glorioso San José les ayude a desempeñar su trabajo con amor, haciendo las cosas para Dios y no para los hombres.
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