Hace pocos días nos llegó un mensaje de uno de nuestros lectores expresando su "nostalgia" o "tristeza" por la decisión de algunos de sus amigos. Entre sus líneas pudimos leer:
Ya son varios de mis amigos que luego de ser
católicos, con muchos conocimientos de la iglesia, ahora han decidido visitar
otras iglesias. Lo primero que han dicho es que han notado más cercanía a Dios,
las oraciones más fervorosas y las personas más incluyentes. Otro punto ha sido
la Virgen y los santos, especialmente aquí en Nicaragua donde tenemos muchas
devociones...
La semana pasada la Iglesia, como parte de la
celebración del DOMUD, publicó las cifras de cristianos en el mundo entero. A
pesar de tener incrementos muy notables en el número de católicos en varios países,
hay algunas zonas en las que el número de católicos ha venido menguando, y esto
queridos hermanos no es porque ahora hay más “sectas” que antes, sino porque muchos
católicos seguimos siendo católicos de 500 años atrás. Buena parte de nuestra
iglesia quiere un cambio, hacia una iglesia más humana y fraterna, tal como lo está
impulsando el Papa Francisco, pero otra buena parte no quiere dar el paso
inicial.
Católico por estatus social
A pesar de ser una “tendencia” de años anteriores, aún
existen muchos hermanos que siguen siendo católicos porque representa para
ellos un estatus. Son los que ocupan las primeras bancas en las iglesias, los
que reciben un “trato especial” de muchos curas y en cierta parte gozan de
algunos “privilegios” que otros no tienen. Esto ha propiciado que en los
templos exista una diferencia de clase sociales, provocando la falta de
hermandad entre los fieles. Solo pensemos, ¿Cuántas personas que asisten a misa
al mismo templo, ni siquiera se hablan? Hay algunas que llevan años asistiendo
al mismo templo, misma hora de misa y algunos ni siquiera han intercambiado una
palabra. Simplemente porque tomamos la misa como rutina, como un deber.
…
entonces, ¿realmente he vivido mi fe?
¿Cómo es que ahora SI siento más cerca a
Dios?
La mayor
parte de católicos que han decidido cambiar su religión, lo han hecho porque
sienten que encontraron a Dios en otro lugar, en otra iglesia. La típica respuesta
que obtenemos es que nunca vivieron su fe católica realmente, y es muy cierta.
Pero realmente ¿cómo quitamos muchos escombros del significado de fe que
tenemos cuando muchos católicos, que deberían estar guiando a otros en la fe,
se centran solamente en lo superficial? Diriamba luego de tener solamente 1 “tope”
o encuentro de santos, ahora tiene casi uno por mes! En casi todos los templos
se centran en celebraciones externas, procesiones, arreglos, altares, novenas,
rezos, pero ¿cuánto tiempo realmente le estamos dedicado a la Eucaristía y a la
Palabra? Y si hay encuentros que organiza nuestra iglesia para vivir nuestra
fe, los que participan son pocos, porque no está la bulla de lo externo.
Ahora ni
se diga en las redes sociales, son muchísimos los que se dedican a pelear,
entre los mismos católicos, por cosas realmente sin ningún sentido. Alguien
criticaba que en Diriamba se estaban peleando por la nueva pintura de una
imagen de San Sebastián, cuando en Medio Oriente están miles de personas
muriendo, el medio ambiente sigue siendo destruido, miles de niños abortados
por minuto, y nosotros centrados en algo tan pequeño…
Como en
la mayoría de las circunstancias hay dos fuentes que influyen, la primera es
nuestro papel como files, ¿estoy realmente viviendo mi fe? ¿Cuándo fue la última
vez que me confesé y viví una misa con fervor? ¿Cuándo fui por última vez a
pasar un rato con Jesús Eucaristía? ¿Qué tan frecuenta y de que calidad es mi oración
personal, no solo rezos, sino oración? ¿Cuál fue mi último retiro espiritual
que realmente viví? ¿Hace cuánto tiempo realice mil última obra de
misericordia? Mi papel como católico es el principal.
¿Y,
luego?
El papel
de nuestros pastores es imprescindible. El Papa Francisco ha sido claro que la
iglesia necesita “pastores con olor a oveja” sin embargo, aunque todo parezca
color de rosa, nuestra Iglesia en Nicaragua sufre por falta de pastores llenos
de Espíritu Santo. En muchos lugares se reprime el trabajo evangelizador de los
Religiosos, porque simplemente “no pertenecen a la JERARQUIA de la Iglesia.” En
otras palabras, a algunos de nuestros obispos y párrocos, por ser quienes “mandan”
en alguna zona, pareciera prefieren que los católicos busquen en otras iglesias no católicas lo
que no encuentran en sus parroquias, en lugar de ver crecer una comunidad religiosa
católica porque lo ven como “amenaza” para sus parroquias. Hay muchos párrocos que han prohibido a sacerdotes religiosos la celebración de algunos sacramentos, cosa que no afecta ni al párroco, que está bien en su casa cural, ni a los religiosos que viven una vida de oración, sino a los fieles que están "como ovejas sin pastor." Muchas de estas cosas llegan a oídos de los obispos y lo único que hacen es ignorar la situación en lugar de solucionarla. Si, ¡realmente esto
está pasando y aquí en Nicaragua! Hay una urgente necesidad de oración por la santificación de nuestro clero.
El próximo paso es SER
Para muchos de nosotros el próximo paso para ver un cambio
en la iglesia es actuar, sin embargo, para personas como San Francisco de Asís,
lo más conveniente es SER. El santo siempre aconsejaba a sus seguidores “prediquen
en todo momento y cuando sea necesario utilicen las palabras.” Primero es
mejorar nuestra vida de oración y de espiritualidad, ¿qué debo mejorar para ser
un mejor católico? Y luego, un sabio consejo de nuestro gran San Benito, “ORA
ET LABORA.” ¡Toda buena acción cuenta en la reconstrucción de la Iglesia! ¡No
dejemos que el desánimo nos gane! Hay que dar una buena batalla por Cristo.
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